Escrito por: Lina María Pieruccini Arias
Desde marzo de 2019, De la tierra Casa Taller opera en Barichara como un espacio dedicado al turismo cultural con tierras. Hoy en día, contamos con dos sedes en este hermoso municipio: Sede Calle Real y Sede La Cantera. Poco a poco, hemos logrado un posicionamiento en la dinámica turística local, consolidándonos como una alternativa para quienes buscan experiencias auténticas y conectadas con el patrimonio.
Sin embargo, este camino no comenzó en Barichara. Nuestra historia tiene sus raíces en San Gil, nuestro lugar de origen. Santiago, como ingeniero civil, enfocó su trabajo en la construcción con tierra desde 1998. Con el paso de los años, fuimos testigos de cómo el turismo de aventura impulsó una transformación social y económica en el municipio, generando nuevas oportunidades, pero también desafíos en la conservación del patrimonio.
El crecimiento del turismo trajo consigo una gran demanda inmobiliaria, especialmente en el sector hotelero, lo que modificó el paisaje del centro histórico de tapia pisada, un valioso legado arquitectónico declarado Patrimonio Cultural de la Nación. En este contexto, observamos cómo la oferta turística se inclinaba cada vez más hacia las experiencias de aventura, como el rafting, parapente y exploración de cuevas, dejando en segundo plano la difusión de la historia y las tradiciones locales.
Fue entonces cuando identificamos una oportunidad: crear una alternativa dentro del turismo, que además de entretenimiento, promoviera la valoración del patrimonio cultural y la identidad local.
El nacimiento: De la tierra Casa Taller
Ante este escenario, identificamos una oportunidad: crear experiencias turísticas que valorarán el patrimonio cultural. Queríamos equilibrar la oferta, ofreciendo una alternativa a quienes, además de aventura, también buscaban conocer la historia y la identidad del lugar. Así nació De la tierra Casa Taller en 2011. Creímos que el turismo cultural podría ser, además de una herramienta de conservación, una oportunidad económica y laboral.
Nuestra primera gran prueba fue en Semana Santa de 2012, cuando instalamos una estación de experiencias con tierra en el Parque El Gallineral. Pensamos que el flujo de visitantes nos daría un buen inicio, pero la aceptación fue marginal. A pesar de la curiosidad, no despegó.
En 2013, con la inauguración del Centro Comercial El Puente en las antiguas bodegas de la Colombiana de Tabaco, montamos una nueva estación. Entre 2013 y 2017, intentamos posicionarnos dentro de la oferta turística de San Gil, compitiendo con actividades de aventura. Organizamos montajes itinerantes y participamos en eventos académicos, pero la falta de continuidad y sostenibilidad se hizo evidente. El turismo en San Gil, en ese momento, simplemente no tenía interés en experiencias culturales .
Nuestra "metida de pata"
Con el tiempo, comprendimos una lección valiosa: la sensibilidad, las buenas intenciones y el valor cultural son fundamentales, pero no bastan por sí solos para sostener una empresa turística. La viabilidad de un proyecto también depende de su contexto y de encontrar el lugar adecuado para su desarrollo.
Así, con una nueva perspectiva, decidimos replantear nuestro camino y dirigir nuestra mirada hacia Barichara, un destino donde nuestra propuesta tenía mayor coherencia y resonancia.
Al llegar, descubrimos un entorno en el que nuestra visión de turismo cultural se alineaba naturalmente con la identidad del lugar. Aquí, el respeto por la arquitectura, la historia y la cultura sigue siendo parte esencial de la vida cotidiana. Nuestra narrativa encontró un espacio donde el patrimonio no solo se reconoce, sino que se valora y se vive como un activo para el presente y el futuro.
Una lección de turismo y sostenibilidad.
Para 2012, insistir en el turismo cultural en San Gil era como abrir una librería frente a una discoteca y esperar que, en medio del reguetón y la fiesta, algún trasnochado decidiera entrar a comprar un libro.
Hoy, en Barichara, hemos encontrado un espacio donde nuestra visión es comprendida y valorada. La clave del turismo cultural no solo está en preservar y difundir el patrimonio, sino en saber dónde y cómo ofrecerlo para que sea sostenible.
Para conocer más sobre nuestra experiencia, te invitamos a ver la conferencia completa en el siguiente enlace: https://youtu.be/m2_bHoySGgM ? t = 2224